Hace 40 años la (IURD) a hecho un trabajo integral: llevar el mensaje de Dios a todos los lugares y dar una mano amiga a las personas más necesitadas.
Nada en nuestros templos es obligado. Ni siquiera contamos con dogmas que restrinjan la ayuda o el acceso a los mismos. Nuestras puertas están abiertas para auxiliar a personas de todo los niveles sociales, económicos, culturales e ideológicos.